Rosa Gisela Olivis de Gray: El vino y nuestros sentidos

El maridaje del vino podrá ser condicionado por las sensaciones y memoria del evaluador.


Rosa Gisela Olivis de Gray

Existen fuertes vínculos entre el vino y la comida; estos forman una sólida relación que a lo largo del tiempo ha mostrado integración y reciprocidad, especialmente, por amplificar el sabor de los ingredientes que componen la comida. Ambos elementos comparten una relación añeja que pertenece a una reserva cultural entendida por parte del globo y desarrollada a la par de la humanidad.

Rosa Gisela Olivis de Gray
Es un arte combinar el vino
con la comida
Como ya mencionó nuestra editora [Rosa Gisela Olivis de Gray] el reto ha sido encontrar la combinación perfecta, el vino adecuado a la comida y viceversa. Elegir el vino es un arte, es la ciencia de degustar; no es apenas beber el vino para saciar la sed, es saborear o mejor, como afirman los especialistas, catar, el arte que incluye la cultura y el placer.

Degustar implica atención, método y conocimiento. Es un arte difícil de lograr pues exige que nuestro complexo sensorial descubra la calidad a través del color, aroma, textura y sabor. Conocimiento que pasa por los sentidos. Es elaborar un examen visual, olfativo, gustativo y hasta cultural, donde intervienen los nervios y el cerebro, lo que condiciona una decisión que debería ser objetiva e imparcial ¡Cuánta arte! ¡Cuánta sensibilidad!

Aparece así una gran dificultad, la subjetividad de degustar, pues este saborear es condicionado por el evaluador. Los comentarios del degustador varían según sus sentidos y su memoria. Para los investigadores de esta materia, se recomienda incursionar para combinar la gastronomía con el vino y obtener placer en su degustación, apurar el maridaje del vino con la investigación de aéreas como la etnología y la cata de vino, ampliando sus conocimientos por medio de cursos como el Curso Gratis Enología y Maridaje.

Rosa Gisela Olivis de Gray
La degustación del vino esta estrechamente ligada a la memoria
Rosa Gisela Olivis de Gray nos invita a vivir las sensaciones visuales, olfativas, táctiles y gustativas que surgen al disfrutar de un vino; estas se captan auxiliadas por el cerebro, ejercicio de pura memoria que despliega sensaciones y recuerdos que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida.

Por Rosa Gisela Olivis de Gray

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